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"ESTA VIDA DE LOCO MIA" Por Ernesto Rojas Suarez
Ya esta a la venta el libro "Esta vida de loco mía", sobre la vida de Xavier Font.
Entre lo que dice una persona y lo que dicen de ella hay una gran diferencia. Igual sucede entre lo que se supone y lo que se descubre. En este libro podrá conocer al verdadero Xavier Font y saldrán a la luz los orígenes reales de su conocida creación Locomia. Se han hecho muchas conjeturas y se manejan varias versiones del tema, mas la verdad ésta aquí, en páginas tan llenas de fantasía y pasión como su cabeza. Esta no es una simple biografía, es la radiografía emocional de un ser humano.
¿Cómo surge el libro "Esta vida de loco mía»?
Todo sucedió muy rápido, fue casi accidental y orgánico como casi todo en mi vida.
En una de mis frecuentes visitas a Cuba, mi novio y yo conocimos a Ernesto, nos visitó con el objetivo de facilitarnos un medicamento para nuestra mascota y enseguida surgió empatía entre los tres. El traía encima un ejemplar de su libro "Cuentos travestidos" y nos narró uno de sus cuentos. A ambos nos encantó y le comenté que me gustaría escribir un libro sobre mi vida pero la escritura no se me daba bien. El me dijo que le encantaría hacerlo, que las biografías no siempre son escritas por sus protagonistas. En aquel encuentro no concretamos nada, pero nació nuestra amistad.
Me llamó la atención su manera grandilocuente de relatar los sucesos, similar a mi concepto visual de Locomia. La idea de que fuera el quien contará mi historia me atrajo, yo no quería una biografía rígida, saturada de fechas y acontecimientos que narrados fríamente que no resultarían interesantes, quería que fuera un libro ameno, con pasión y vuelo artístico.
Yo regrese a España y con mi atareada vida olvidé el suceso, al parecer él no.
Mi retorno a la Habana ocurrió meses después coincidiendo con el inicio de la cuarentena oficial en Cuba producto de la pandemia del Coronavirus Covid19 y durante el confinamiento, la ansiedad por aprovechar el tiempo me decidió a materializar el proyecto. Le hice la propuesta y el aceptó sin pensarlo dos veces. Así, distanciados físicamente, valiéndonos de la Internet, comenzaron largas conversaciones en las cuales fui narrándole mis vivencias y emociones. Fue difícil desenterrar el pasado, sentí la necesidad imperiosa de redimir errores y reafirmar mis principios. Me atreví a romper con la imagen pública y mostrar el ser humano que soy, vulnerable, apasionado, orgulloso, rebelde y terco. Hubo días en que las lágrimas cortaron las llamadas y en ocasiones debimos pedir ayuda a varios amigos por cuestiones de fechas y otros datos confusos ya por el tiempo transcurrido.
Ernesto comenzó a escribir sin ordenador, a mano, decía que así le resultaba más emotivo.
Cada fragmento que redactaba era revisado por mi y complementado con detalles importantes que me venían a la mente, obligándolo no pocas veces a reescribir capítulos enteros para no omitir sentimientos y sucesos determinantes. Su paciencia fue infinita, logramos establecer una conexión que me ayudó a recapitular, hacer una pausa y sanar heridas cerradas en falso para convertirlas en lecciones de vida. Ha sido una experiencia liberadora e inspiradora a la vez. Este libro surgió espontáneamente, no fue premeditado y bastaron aproximadamente noventa días para terminarlo. Cuando el arte se impone fluye como los ríos.